UN POCO DE HISTORIA

ONAT:UN NOMBRE QUE INVITA A ENTRAR

ONAT es el nombre que desde principios del siglo XIII hasta hoy se ha dado a la ermita y su entorno: Onat, Onate; Unat, Unate.

El nombre actual, Eunate, es relativamente reciente. El escritor pamplonés Juan Iturralde y Suit (1840-1909) modifica el nombre original para describir de forma metafórica este lugar. Su significado en euskera, “cien puertas” (Ehun, cien; ate, puerta), viene a ser una alusión a la arquería que rodea el templo, aunque sus arcos no suman esa cantidad. Pero retomando su nombre primitivo, ONAT-ONATE (On-Ona, buena; Ate, puerta), su significado vendría a ser “la buena puerta”, posiblemente porque siempre ha sido un templo singular rodeado de una espiritualidad especial…

Hipótesis sobre su origen

A pesar del tiempo transcurrido, el origen de Eunate no ha sido del todo clarificado.
Una de las tesis que en un tiempo más adeptos parecía haber ganado era la que atribuye la edificación de Eunate a la Orden de los Templarios. Tesis que no ha tenido en cuenta la documentación escrita medieval y que se basa exclusivamente en aspectos arquitectónicos, como el de su planta octogonal o alguna de las marcas de canteros que podemos ver en sus piedras, elementos para algunos más que suficientes.

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Si Eunate hubiera sido convento o casa de esta Orden como algunos afirman, figuraría en los documentos que sobre los Templarios están conservados en su totalidad en el Archivo Nacional de Madrid. Eso daría por buena esta hipótesis. Pero no hay en dicho archivo constancia alguna de ello. Es más, ni tan siquiera en los documentos existentes sobre la presencia de Orden del Temple en Navarra, que datan del siglo XIII, hay información alguna en la que se mencione Onat, Unate. Por ello, prácticamente queda descartada está teoría que vincula a la Orden Templaria con Eunate.

Que fuera Parroquia de un despoblado u hospital de peregrinos jacobeos de la Orden Sanjuanista, o cementerio de peregrinos, son otros planteamientos barajados que parecen haber surgido en parte por falta de investigación documental. Al final, tras muchos estudios, algunas tesis han sido clarificadas gracias a los datos guardados en los archivos, documentación que permite valorar las distintas teorías y que tienen un valor importante, en especial las ordenanzas o constituciones de la Cofradía.

El edificio octogonal dedicado a Santa María fue construido durante el reinado de Sancho el Sabio, en la segunda mitad del siglo XII, hacia 1170, aunque hay quienes se prolongan un poco más en el tiempo, hacia 1210.
Según la documentación existente, la mentora y artífice de esta bellísima obra fue una «reina», a quien atribuyen el nombre de Doña Sancha.

Cuentan documentos de litigios antiguos que en aquél lugar solía haber unas cuevas de ladrones donde se perpetraban muchos maleficios, agresiones y homicidios, con gran escándalo. Y entonces, cierta dama (calificada como «reina» muy rica, inducida por el espíritu de Dios, hizo erigir y edificar la iglesia de Santa María de Onate, la casa e impulsó la Cofradía

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La identidad de este personaje estuvo puesta en duda a lo largo del siglo XVII, reina para unos y dama para otros. Pero su existencia parece confirmada por una tradición que, viva desde la Edad Media y mantenida durante siglos, aparece recogida en muchos documentos. La tradición decía que dicha reina o dama noble, fundadora de la iglesia y de la Cofradía, estaba enterrada en el claustro. Su sepultura era objeto de un ritual funerario anual, según constaba en las antiguas ordenanzas de la Cofradía de Santa María de Onat. El enterramiento, del que existe documento hallado en la Catedral de Pamplona, apareció al realizar la excavación en el claustro; contenía un esqueleto completo, perfectamente conservado a pesar de encontrarse a muy poca profundidad.
El origen de la Iglesia de Eunate como la casa que estaba junto a ella, no la actual, y el destino de ambas queda ligado a esta reina que quiso levantar un lugar para la oración y el descanso eterno.